Un diseño que requiere poco mantenimiento y es ahorrador de energía
Un modelo convencional de máquina de freír utiliza chaquetas delgadas para la protección térmica, lo que hace que sus hornos se inflen y expandan por igual. Estos utilizan hornos separadores para concentrar la energía térmica entre ellos en una superposición convencional y reducir la energía necesaria en un 25%. Sus bombas y motores de bajo ruido (≤ 75 dB) están dentro de los límites de la salud y seguridad ocupacional, mientras que los tanques de aceite autolimpiantes y las cintas transportadoras desmontables son útiles para el mantenimiento. La construcción en acero inoxidable corrosivo es extremadamente resistente a los ácidos y a los alimentos, lo que permite una vida útil de 10 años con poco desgaste. Para pequeñas y medianas empresas, están disponibles variantes semi automáticas que proporcionan un ahorro de energía del 40% en un nivel operativo profesional.